martes, 12 de octubre de 2010

Ya no me queda nada más.

De espaldas a todo, intento no ver la realidad. Con las manos me tapo los oídos para no escuchar la verdad. Con lo ojos bien abiertos voy a colorear un historia especial, aquella historia que nunca se cumplirá. Con la nariz huelo a sal, sal del mar que tengo aquí, la única cosa que no me deja ir. Con las experiencias mi consciencia trato de callar, para no fallar una vez más. Los latidos sin sentido de mi corazón aprenderé a callar. Siempre tendré algo que no sabrás.
A pesar de todo, con nuestras cosas buenas me voy a ilusionar una vez más. Con mil deseos siempre te voy a ayudar. Con mil palabras tu dolor voy a aliviar. Con ánimo siempre te voy a tratar. Con mi alegría siempre te voy a coronar. Con mi voz voy a callar todo este mal. Porque ya no me queda nada más.


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