Pasado, presente y futuro

Todas las decepciones que me has causado no han servido para que te odiase. Ni una. Y no han sido pocas, una detrás de otra, dejando el espacio justo para que me recuperase y no se convirtiesen en una gigantesca montaña de la que brota lava, sino en minúsculos montículos que me impiden andar. Hubiera preferido la montaña y poder superarla de un golpe. Pero me han tocado los pequeños montículos, más que molestos. Eso no es todo, parece que sabes que plantando una flor de esperanza al rededor de estos, se hacen más y más pequeños, casi desapareciendo, como si nunca hubiesen herido, habiéndolo hecho, y mucho. Con esto quiero decir que con cuatro piedras que me colocas, una bella flor me regalas. No basta, no basta, pienso. Y es que en realidad no basta, lo sabes. Porque todo lo que me has procurado ha hecho que crea que ya no me amas, ni que me quieres si quiera un poquito. Si es así, si ya es así  hubiera preferido que te hubieses arriesgado y que me hubieses borrado la ilusión de una vez, destruyendo lo que aquel día hiciste para mi, un mundo nuevo, en el que parezco estar solo yo, ser solo yo y ocuparte solo yo. Aunque lo mantienes todo ahí, como te digo, pagando una moneda de plata por lo que vale más que un diamante.

Creo que nunca te he obligado a nada, ni quisiera hacerlo, que nunca te he abandonado, que nunca te he maltratado. No quiero que vuelvas a dibujar para mi ese mundo perfecto, que, como todos sabemos, nunca podrá darse. Tampoco quiero que me quieras más que a nada, ni que me regales tu libertad, no, que para eso es tuya. Quiero que seas real conmigo y que seas consecuente en todo lo que haces. Pregúntate por qué  me tienes en cuenta y pregúntate por qué es necesario que exista en ti. No falsees las respuestas, porque el destino se te presenta tal como es y como humano no puedes cambiarlo. No te preocupes, habrá un momento en el que sabrás lo que quieres y querrás ir despacio. Ahora sigue viviendo como lo has hecho hasta ahora, más adelante te perdonarás.

Tener la sensación de...

En algunas ocasiones puedo sentir como si te tuviera aquí, como si hubiera conseguido reducir el espacio que nos separa, la tierra y el mar que nos aleja. A veces siento un respirar que no es el mío, muy débil, pero ahí está. No tiemblo de miedo, porque es humano. Cuando estoy ardiendo, siento alivio. Y cuando estoy aterrada, me mantiene arropada.

Como una vida...

Como una vida ha pasado desde que esa ilusión llenaba. Como dos años, como cuatro, como seis.. No ha vuelto a llover desde aquel ayer. Un ayer que parezca perteneciente a otra realidad, lejana, distante, difuminada, ajena a mi... Y tengo frío, pero no me arropo, porque no me hiela. Y pienso, pero ya no hace falta, porque no quiero. Y vivo, a mi manera, como si nada. Deseando nada más y deseándolo todo, sin poder tenerlo. No tiene explicación.

La isla

Me despierto, me incorporo y miro hacia tu cama. Sigues durmiendo, inocente, o no tanto. Sigo preguntándome que hacemos aquí. No sé cuanto tiempo nos quedaremos ni si sobreviviremos. Hoy me siento especialmente sensible, empiezo a ser consciente de que no me podía haber quedado con peor persona que contigo, que ya no eras mío, que ya no eramos nuestros. Y es que yo necesitaba tiempo para olvidarte y era obvio que ahora no podía gozar de él. Te has despertado sin yo darme cuenta y has estado mirándome todo este rato e intentando adivinar que es lo que pasaba por mi mente y sobretodo, que sentía mi corazón, y has podido, porque te has acercado, me has acariciado la cara y me has sonreído como antes, para tranquilizarme. Yo, me he quedado inmóvil, como congelada y he notado tus manos más calientes de lo normal. Por un momento parecía que me estabas deseando, tanto... Como yo lo hacía, pero no lo decía. No podía seguir durmiendo aunque aún fuese muy de madrugada. Seguía sentada allí, realmente sin esperar nada. Cerré los ojos y me tumbé, intentado conciliar el sueño. Noté una suave pero rápida respiración sobre mi, no me asusté. Eras tú, que habías venido para estar conmigo, cerca de mi. Me besaste, me acariciaste y me amaste como nunca. Me cuidaste como si fuera la única solución de tu vida. Tus palabras no se pronunciaron pero tu cuerpo me susurró que lo sentía, que lo sentía muchísimo. No pude olvidar aquel momento hasta que supe que fue un sueño.

Lo necesario para la infinidad

La mayoría de las veces cuando somos presos de un sentimiento no queremos que este se vaya, ni tampoco que fluyan otros diferentes, por miedo al cambio de este primero, tan valioso para nosotros... Que aunque nos haga sufrir lo queremos ahí, en nuestra vida, en nuestro corazón, bajo llave, rodeado por un alambre de espino, protegiéndolo, con todo el cariño que previamente este te había quitado. A este sentimiento están aferrados mil momentos, que aunque hayan sido sencillos, nos han marcado. Parece que nunca los vamos a olvidar, porque repican en nuestra cabeza una y otra vez y lo hacen de una manera tan real... Una vez nos lo han arrebatado, sí, porque aún lo sentimos, pero se lo han llevado, lo han falsificado, nos sentimos completamente vacíos, vulnerables ante el mundo, ante las demás personas, por miedo. Y es que el sentimiento resulta que tenía fecha de caducidad. Aún así sigues creyendo en él, profundamente y en silencio, y esperas muy seguro a que vuelva. Pues, en realidad, si un sentimiento se estira de tal manera que se deforma, pierde su esencia y se fusiona con otros sentimientos, amargos. Nos negamos a aceptar que algo que nos hace sentir tan bien se acabe. Se acaba. O no. Los sentimientos son como las personas, a veces, necesitan su espacio, evolucionar. A aquellos a los que no podemos olvidar, no significa que tengamos que odiarles, ni esperarles, ni mucho menos, quedan en el recuerdo por algo. 

Para que un momento goce de infinidad, debemos saborearlo poco a poco, dividirlo. Así, jamás se perderá la magia. Es difícil, porque nadie nos da un guión en el que te asegure que estás apostando correctamente...

Gracias!!!!!!

Muchísimas gracias Presos del Destino, http://ytodopasa.blogspot.com.es. Te animo a seguir escribiendo y a hacer mucho más que eso guapa!

On fire

Deberías saber que estás jugando con fuego y que ya te has quemado. Tan enfrascado en volver a empezar te has olvidado de tus promesas y has hecho justo aquello que dijiste que no harías. Tonta fui yo que te creí. Y después de todo esto no sé porque te empeñas en hablar conmigo, en buscarme, en saber de mi, en parecer un amigo, que desde luego es imposible que seas. ¿Por qué tanto interés? A pesar de todo, cosas que antes me harían sufrir ahora solo me hacen reír, aunque acaben doliéndome, por poco que sea. Te voy a contar un secreto que no has visto porque estás ciego y creo que también sordo: en algún momento te arrepentirás. Intenta olvidarlo, esconderlo, silenciarlo, pero seguirá ahí hasta que le hagas caso, como siempre te ha pasado, que te has bebido todo lo malo, y lo bueno, y lo demás, pareciendo ser de piedra y más fuerte que el mundo mismo y en realidad no siendo así. Prefiero no pensarlo más y dejar que las cosas fluyan a su ritmo. Y es que aquí lo único que tiene alas son las explicaciones, no el cariño ni el amor...

Pensamientos.

Dios mío, proporcióname la respuesta para saber ayudarle. Susúrramela aunque sea, la esperaré, atenta. Miraré cada noche el cielo por si las estrellas, sin quererlo, dibujan una guía, una señal, una dirección. Si me mandan callar, alejarme, o acercarme y abrazarle. No deseo la solución al amor, el antídoto a este puro estado. No quiero compasión, sólo una solución, porque le quiero. Solamente yo le quiero. Egoístamente quiero hacerle feliz, y mío. Permitirle volar alto, sin oportunidad de notar la presión, rozando mil algodones de azúcar color turquesa. Un problema menos quiero ser, y una salvación, una curación.... Permitiendo que recupere el sueno, que controle su vida, su alma y su cuerpo, sin prisas ni como preso, sonreiré, aunque no tenga nada a cambio, ni amor, ni agua, ni Sol, sólo el poder de la comprensión, junto al de la satisfacción.

...

Si hay sueños, es porque al existir permites que los tenga. Si tengo deseos, es porque siempre te anhelo. Cuando no puedo dormir, es porque me falta una parte del alma, que siento que se ha ido y no está, que está en otro lugar, junto a la otra mitad que le falta, y esa otra mitad la tienes tú. Al querer compartir mi cuerpo, también lo hago con mis misterios.... Al detenerme a pensar como lo puedo explicar, las palabras se van volando, y no soy capaz de entrelazarlas; no sé que decir aunque lo sienta muy dentro, muda me quedo. Muchas veces me preguntó qué es el amor y al no poder contestarme, me conformo con sentarme junto a la ventana, observar la inmensidad del cielo y sus estrellas, y escuchar hablar a mi corazón, que me susurra a gritos que elimine la oscuridad de tus noches, que sea aquel camino, en el que no puedas sentirte inseguro y mucho menos perderte y que difumine el vacío de tu cama, como si se tratara de una de las caricias que haces en mi espalda

Angustia

Angustia, angustia es lo que siento al verte ahí de repente. Y no quiero, no quiero sentir eso, ni sentir nada. No quiero sentir hacia ti. Y esto se queda, no se va, este sentimiento que me vela... Desearía poder olvidar como amarte para no sufrir más cuando sé de ti. A veces me siento triste, y otras, simplemente decepcionada. Trato de ocultar que te quiero con burdas palabras, y no lo consigo, aún. Pero, tengo nuevos sueños, lejos de ti. Sólo espero que se cumplan y que se restablezca ese equilibrio natural. Ahora tengo la ilusión de conocer aquello que dejé de descubrir por ti, aunque no sé si resultará. Porque quizá no soy tan aparentemente especial como parece. Y ahora sólo queda mi cabeza en blanco, nuevos recuerdos se van grabando...

Eros y Psique, Antonio Canova

Blue sky

Triste me acerco a la ventana, me siento acurrucada en su descansillo, como un gatito pareciendo una bolita de pelo. Intentándome quitar el frío, las estrellas bellas no tienen la culpa. Las miro y las envidio por su brillo. Al igual que todos los sueños, este momento es finito. Aunque desearía retenerlos un poquito más, he de dejar que huyan, ante mis ojos y mi deseo, que no lo puede evitar. Imagino como sería la vida si se tratase de un cuadro que puedes pintar y así una vez más si te equivocas; ponerle los colores más cálidos, realizar las siluetas más esbeltas, soñar con que podría hacerse realidad, algún día...Pretendiendo ser grande, me hago más pequeñita. A veces creo que no debería ilusionarme más, porque ni siquiera has pensado en apostar, en apostar por mi, claro. Necia al pensar que con mi luz te podría iluminar y así, destacar entre las demás. Y con mi taza de café, espero un hola otra vez. Pero como no llegará, me pongo a contar cuantas estrellas hoy caerán mientras, la luna, hace un ademán de sonreír.

New...

Mirándome te vi, sonriendo yo estaba, tú, observando con calma atropellada. Me volví a girar, reía con ellas, de tonterías. Me volví para ahora ser yo la que te buscase. Y contestaste. Cuando me localizaste, observándote risueña, apartaste tu mirada para no ser descubierto. Querría saber que esconde esa mirada, que hace recular tanto a la mía, como un misterio, un juego, pensaba. Una atracción terriblemente inexplicable que no sé si tú también sufres. Y pensé en procurar para mí aquellos deseos idealizados que tenías sobre la vida y el amor; pero me quedaba en un costado, simplemente escuchando las palabras de tu corazón. Contándome las desilusiones que tuviste llamaste mi atención, pues quise creer que eras casi como yo. Entonces, me pareció fascinante acercarme poco a poco a ti, a como tú lo hacías inconscientemente cuando te expresabas, casi pegando tus labios a los míos.

http://www.youtube.com/watch?v=fYI8osGfg9s

You know

Aunque lo tenga todo, aunque lo haga todo a mi parecer, aunque piense que soy feliz y que estoy bien... Aunque lo tenga todo, me falta la mitad del corazón. Desde que entraste en él no quisiste salir y te resistes. sin quererlo, sin hacer nada. Tengo sueño y duermo, pero sueño que estoy despierta, es un constante insomnio el mio. A pesar de que tú tienes tus problemas, yo también tengo los míos, los que me creaste.Yo también sufro por el pasado, de manera más leve, pero lo hago. Yo también extraño muchas cosas, al parecer, estar a tu lado. Pero, ¿Y tú?

Mirada fascinada.

Y me miras, como si no hubieses visto nada así jamás. Hago lo mismo. Me distraigo. No sé de donde vienes y probablemente seguiré sin saberlo, pienso. Me fascina que me mires así, como el que no lo quiere, queriéndolo. Pero te vas... Ya no te vuelvo a encontrar. Te busco discretamente. Nada. No pasa nada., no pasa nada...

No lo pienso y te encuentro, yo reía y reía, y es que no te había visto aún... Tú sí. Vuelve tu mirada. Pasas y te giras hacia mi; yo también lo hago, pero ya demasiado tarde... No pienses que no quise seguir mirándote, sólo esperé a que no vieses como lo hacia. Vuelve a pasar y pienso más. Pienso atrevidamente que todo pasó porque tuvo que pasar y te busco. No te encuentro. Dejo pasar los días creyendo que fue una tontería... A raíz de una confusión, que me brindó un nuevo amigo, te encuentro. Y, te acuerdas de mi?

La espera

La espera de aquello que no va a llegar ya se ha hecho eterna. Comienzo a pensar, aunque me duela, cada vez menos), que esto tenia que pasar. Tuviste en tus manos algo que supiste apreciar hasta cierto punto. Empezaste a tallar el diamante y te quedaste a medias... Te faltaba lo mejor. A las princesas se las trata como verdaderas princesas; no vale un "ahora si", "ahora no" porque irremediablemente, se van. Aún me pregunto si me echas a faltar, si aún me quieres, si aún sientes esa inmensidad tan grande por mi. No hay respuesta. Duele... Me mejoro.

Volví a soñar con él

Y hoy volvió a estar ahí, en mis sueños. Su imagen parecía tan real... Pero yo no me creía lo que decía, ni siquiera en sueños. De lo bueno que era, no podía creerlo. En el momento en que me dijo que quería volver hacia mi, pensé que se reía de mi o que simplemente, me echaba de menos o como es solía decir, que no había aprendido a vivir sin mi; porque yo aún lo sigo intentando. Me desperté queriendo que fuera lo más real posible, miré mi cama, mi cuarto, el dibujo que hiciste para mi y supe que todo seguía igual. Que no había cambiado nada, que esa canción que compusiste para mi no sonaba de verdad aquí, si no en mi mente, que no le habías dado al play tú, sino yo. Y enseguida me puse a llorar, porque ya que podía hacer más... Mis esperanzas volaron por la ventana y tu amor huyó corriendo, no sé a donde. Aún me lo pregunto. Estoy aquí, otra vez mal por ti, sin que tu ni lo imagines...

Quiero probar...

Nos apartamos de la luz artificial de la ciudad que no nos deja ver la realidad, un extenso cielo de estrellas. A medida que avanzamos todo está más oscuro. Lo único que sigue ahí es la luna, vigilandonos pero sin ponernos hora. Tengo miedo y me agarro a ti, cosa que no debería hacer, porque hace que esté más cerca de ti. No sé que hay dentro de mi. Aún así, me gusta como me haces sentir e imagino como sería algo más y lo primero que se me ocurre para definirlo es delicado y pausado. Sentirme de nuevo como una pequeña princesita a la cual miran a los ojos y se detienen en ellos, comos si no hubiera tiempo.