lunes, 30 de abril de 2012

Blue sky

Triste me acerco a la ventana, me siento acurrucada en su descansillo, como un gatito pareciendo una bolita de pelo. Intentándome quitar el frío, las estrellas bellas no tienen la culpa. Las miro y las envidio por su brillo. Al igual que todos los sueños, este momento es finito. Aunque desearía retenerlos un poquito más, he de dejar que huyan, ante mis ojos y mi deseo, que no lo puede evitar. Imagino como sería la vida si se tratase de un cuadro que puedes pintar y así una vez más si te equivocas; ponerle los colores más cálidos, realizar las siluetas más esbeltas, soñar con que podría hacerse realidad, algún día...Pretendiendo ser grande, me hago más pequeñita. A veces creo que no debería ilusionarme más, porque ni siquiera has pensado en apostar, en apostar por mi, claro. Necia al pensar que con mi luz te podría iluminar y así, destacar entre las demás. Y con mi taza de café, espero un hola otra vez. Pero como no llegará, me pongo a contar cuantas estrellas hoy caerán mientras, la luna, hace un ademán de sonreír.

1 comentario:

  1. Gracias por tus palabras. Todo tu blog es ternura y vitalismo. Un beso desde Madrid.

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