viernes, 19 de noviembre de 2010

Adivina adivinanza.

De verdad, no se puede controlar. Yo no puedo. A veces te hace sentir que puedes volar, que no importa nada más; otras que quieres escapar para olvidar. La necesidad que te produce es imaginar algo más aunque no sea real.
Es lo que más felicidad te puede aportar y lo que lentamente y profundamente te puede matar. Si te encuentras con él una y otra vez, no lo maltrates, no lo desprecies, cuídalo una vez más como si todo acabara de comenzar...

Ahora, te acabas de enamorar.

1 comentario:

  1. por favor no pares de escribir nunca me encantas, me emociono cada vez que leo uno de tus relatos!(L)

    ResponderEliminar