Thank you baby

Todo lo que quiero tener, lo tengo contigo. Tengo que agradecerte que me hagas sentir tan feliz. Lo más valioso que puedo tener eres tú, ya que tú eres capaz de apreciar cada parte de mi, cada parte de mi cuerpo y cada parte de mi corazón. No intentas cambiarme pues, no intentas hacer de mi una persona perfecta ni una persona que no soy. Consigues hacerme sonreir a todas horas, aunque haya momentos en los que no hay motivos para ello. Siempre estás a mi lado para escucharme y también para aconsejarme. Tampoco dejas de mimarme y cuidarme, aunque ahora sea a distancia.
Cuando te conocí no era consciente de que había conocido a una persona genial, porque en aquellos momentos y en aquel lugar no esperaba encontrarme a una persona así, y es que hoy en día no es fácil encontrar a alguien tan clásico y tan caballeroso como tú. Después de pasar una noche junto a ti, sentía que no podia dejarte ir, por eso insistí tanto para que volvieramos a vernos. Sin embargo, no esperaba que te interesases por mi, únicamente pensaba que alomejor querías divertirte conmigo y nada más. Pero no fue así... Continuamos viéndonos y cada día que pasaba tenía más ganas de que te quedaras junto a mi, pero eso no podía ser. Aún así seguiste hablándome y cuidándome como si estuvieras a mi lado. Aún lo haces y me encanta.
Puedo considerarte el primero y el mejor porque contigo he disfrutado desde el primer momento, me he sentido valorada y querida. Sólo quiero que tú te sientas feliz junto a mí, que cuentes conmigo cuando te sientas preocupado y que nunca puedas llegarte a sentir solo, no voy a permitirlo porque te quiero y porque me he dado cuenta de que te lo mereces todo... Te lo mereces todo y más porque eres una gran persona... Eres humilde, hermoso, compasivo, trabajador, sensible, romántico... Todo lo que alguien podría desear.

25 kisses

25 besos de  amor nos dimos antes de saber nuestros nombres, 25 caricias nos hicimos antes de saber que nos íbamos a amar. 25 simples palabras intercambiamos durante aquella corta noche. Ni tan solo tuvimos una oportunidad para continuar hablando entre aquellas miradas y sonrisas. 25 veces habré llorado y 25 veces me habrán pisado pero solo esta vez estoy dispuesta a olvidarlo todo porque tú me has demostrado que no hace falta hablar para enamorar, para amar... porque tu confiaste y lo diste todo desde el primer momento. Pensé que no hablaríamos más que todo quedaría como un dulce y tierno recuerdo... Casi me muero. No podía dejar de pensar que quería volver a compartir contigo una noche así, tan especial, tan perfecta, en la que perdí la noción del tiempo y en la que por primera vez me sentí valorada, respetada. No me conocías de nada pero me besabas como si de ello dependiera el mundo. Te mostraste capaz de acompañarme hasta los confines de la tierra tan solo para cogerme de la mano, para conocerme mejor.. Jamás pensé ni imaginé que alguien como tú me miraría y se fijaría en mi y en lo profundo de mi alma. Nunca pensé que alguien como tu me acariciaría así, tan dulcemente y apasionadamente que casi podía volar. Tampoco creí que podría sentirme tan feliz como ahora me siento.  Me siento completa contigo porque consigues que jamás pueda sentirme triste. Eres dulce, cálido, apasionado. Eres inteligente, divertido y astuto. Eres todo lo que alguien puede desear tener en su vida... Eres tan perfecto para mi que todas las fronteras que el tiempo, el espacio, la educación, la familia... nos puedan poner, se rompen solas poco a poco. Eres una persona que piensa con la cabeza pero que también ama fuertemente con el corazón. Eres una persona única y de ello me doy cuenta por lo que dices y haces... Me proteges, me mimas, me cuidas, me ayudas y me comprendes. Me siento acompañada y amada, me siento como una princesa a la que no le sirven ni castillos ni coronas, a la que solo le bastas tú. Tienes un gran encanto; amo tu forma de ser, tu cuerpo,   y tu espíritu. Seguramente llegará un día en el que quieras probar otros corazones, otros cuerpos... y quedaré apartada de ti... No sabes lo que me duele eso... Aún así siempre estaré ahí para ti porque yo creo que ya conocí a la persona indicada: tú. Esperaré lo que sea necesario, te amaré con toda mi alma y pasaré todo mi tiempo contigo, si tu me lo permites... Soy como una leona, le encanta ser el centro de atención, destacar y ser la número 1 pero también tiene la capacidad de amar inmensamente y de demostrar verdadero amor... Cuando una leona se encuentra feliz y amada ya no necesita nada más, eso le hará vivir de verdad. Cuando una leona siente que la aman, ella es fiel, leal y cariñosa. Ella te empapa de regalos, caricias y besos. Ella te ama de verdad y no te deja escapar. Las leonas, cuando piensan que han encontrado el amor lo dan todo. Por eso te espero... Te espero, también,  porque te deseo y te deseo porque te quiero.  No necesito escribir más sobre ti porque no puedo ni debo... Lo que pienso y siento tengo que demostrártelo. Amarte es un gran placer baby...

Ahora mismo...

Hubiera sido terriblemente fácil que me dijeras que realmente todo se acabó porque en mi no había equilibrio. Podrías haberme explicado que en mi creíste ver algo de especial y que por eso me colmabas con tantas cosas pero que eso fue un simple espejismo creado por tu desesperación, pues me convertiste en lo que tu querías que yo fuera y cuando viste que irremediablemente no era así, porque a las personas no se las moldea como a estatuas, simplemente decidiste dejar de querer a esa figura. Podrías haber sido sincero conmigo (con algunas otras personas tiempo atrás también) en vez de dejar que yo sola lo descubriera tan tarde, tan tarde como ahora. Siento que ya encaja todo, entiendo cada una de las cosas que hiciste, buenas y malas, y lo que más me duele es que las buenas estuvieron siempre al servicio de las malas. Ante esto, lo que más me desconcierta es la capacidad de seguir haciendo que mi vida sea un poco peor cada día, mi vida y mi forma de ser. Tampoco entiendo porque seguiste a mi lado tantísimo tiempo si realmente ya no había nada. Aún así, tengo una explicación, o varias, para ello. Tú no sabes estar solo (acompañado tampoco, puesto que no sabes querer) y por eso siempre me tuviste a tu servicio. Debería haberme dado cuenta antes y haberte dicho todo esto para que con nadie más se volviera a repetir. Tenías ganas de verme, de hablarme (sólo cuando te convenía), incluso de rozarme pero siempre recordabas en tu mente, no ya que me estuvieses dañando sino que yo no era equilibrio y no podías enamorarte de mi. Lo recordabas rápidamente, sabías que era demasiado buena y que yo sentía de verdad, y huías. Fui demasiado buena para ti, hice demasiadas cosas por ti y ahora lo veo. Que cruel has sido no preocupándote nunca por mi y que astuto enamorándome de aquella manera que ahora no me hace creer en un amor que no sea igual a ese. Que bonito sería que ese amor tuyo hubiese sido cierto, no tendría porque sentirme así ahora mismo, todo hubiese pasado, con tiempo, pero sin más. Sin embargo, fue una verdadera mentira que solo ha conseguido que sea mala por ti. Sigues sin darte de cuenta de lo mezquino que eres, pero llegará un día en el que de verdad aquellas palabras y aquellos gestos míos resuenen en tu pensamiento y te arrepientas lentamente de tu comportamiento. Eso no ha sucedido hasta el momento, al contrario de lo que podría esperarse cualquiera, porque no tienes ni alma ni corazón.

Te siento

Te echo de menos, no puedo evitarlo. Iluminaste mi vida con una luz más fuerte y brillante que la del sol, que rozaba mi cara y me hacia sentir espectacular. Me enseñaste que el mundo había estado conspirando desde sus inicios para que tu y yo pudieramos estar unidos, para que todo demostrara nuestro amor, para que todo y nada pudiera con nosotros. Me confiaste tus secretos más oscuros, entregándome tu alma. Y yo, sólo la custodié. Intenté agrandar tu corazón encojido hace mucho tiempo, quise transmitirte mi forma de vivir y amar, de concebir este mundo. Fuiste idealista por mi, quebrantando tus más puros principios, impuestos una vez, hace ya mucho tiempo. Ni tu lo recuerdas, pero un día supiste amar, supiste extrañar y supiste necesitar. Hoy ya no te queda nada de eso. Eres muy joven aún, pero no has conocido otra forma de amar diferente a la del materialismo. Tu y yo hemos sido más que un nosotros, más que un porque del mundo, más que algo material. Sin embargo, no ha sido fácil que esto resultara bien. Yo sé que es porque no sabes amar, porque te falta vivir una etapa de tu vida que no te deja avanzar. También sé que eres más frágil que nadie, y orgulloso. Aún así, hubo un tiempo en el que dejaste de lado todo tu pasado y empezaste a hilar un futuro conmigo. Fue efímero, aunque intenso. Al menos fue. Aún sueño despierta que te tengo aquí.